Nos guste o no, las empresas de
tecnología han invadido nuestros espacios. Se suelen citar los éxitos, y
olvidar los fracasos; estos últimos han sido bastantes más que negocios
prósperos y rentables entorno al ‘hardware’ y al ‘software’.
Hace unos días se presentaba Spartan, el nuevo navegador que
sustituye a Internet Explorer en Windows 10. Es la solución que han
propuesto, a la progresión de uso de Google
Chrome, en los sistemas Windows. Esto recuerda a la encarnizada batalla que se
libraba a finales de los noventa entre Netscape y Microsoft por, el monopolio del software de navegación en la red, y
que terminó con el producto estrella de Netscape
Communications. Basta indagar, para conocer la estrategia de aniquilación
que utilizó Microsoft, para imponer
su producto.
Spartan
pretende frenar el
ascenso del navegador de Google, y
continuar ofreciendo innovación tecnológica que les permita mantener el
liderazgo en la web. Cuenta la historia que cuando Mark Zuckerberg adquirió uno de los edificios de la antigua Sun Microsystems para poner un cuartel
de Facebook, no quitó el logo y solo
le dio la vuelta para que nadie olvidara que mañana otro puede llegar y poner
su empresa ahí…
Pero no es producto de la casualidad
esta batalla constante entre empresas de base tecnológica, que tiene un origen empírico.
Algunas de las materias objeto de
estudio el éxito de las tecnologías de la información y la comunicación, y en el
desarrollo de la electrónica, son: “Metcalfe,
Moore, y los seis grados de separación”.
La Ley de Metcalfe está en las tesis de lo que se viene llamando estrategia GBF (get big fast) que practican algunas de las grandes empresas en internet (Yahoo, AOL, Amazon, y la misma Microsoft), o sea, consiste en disponer lo más rápidamente posible de cuantos más clientes mejor. Así, cuanta más gente usa un producto Microsoft, más valor tiene usarlo.
El 15 de junio de 1998, Benjamin Lipman
en un artículo en la edición digital de Forbes, propone la Ley
inversa de Metcalfe:
"la privacidad y seguridad en una
red es inversamente proporcional a n al cuadrado, siendo n el número de nodos
de la red".
De forma resumida; al crecer aumentan
los posibles beneficios, pero esto también conlleva nuevos inconvenientes y
riesgos.
Muchos eBusiness han seguido una estrategia de ‘Get Big Fast’ (GBF), mantener continuamente los precios bajos y
la comercialización basada en gran medida en construir una gran comunidad de
usuarios/clientes.
Hasta
principios de 2000, los mercados recompensaban la estrategia (GBF), pero
desde entonces los valores de mercado se han derrumbado y decenas de nuevas
empresas de la economía han fracasado. El ascenso y
la caída de las 'puntocom' no es
simplemente un caso de una burbuja especulativa. Muchas empresas tropezaron cuando crecieron tan rápidamente
que no fueron capaces de cumplir con los pedidos, o proporcionar un servicio de
calidad.
Los
partidarios de la estrategia (GBF), se centran en las evaluaciones positivas
que generan rendimientos crecientes y favorecen empresas agresivas, pero no han
prestado la debida atención a las reacciones negativas que pueden limitar el
crecimiento, por ejemplo, la erosión de la calidad del servicio. Motivo por el Microsoft lanza Spartan en estos momentos junto a Windows 10.
Abordamos
estos temas con un modelo dinámico formal de la competencia ‘en línea’ y
empresas ‘mortero click’ en el comercio electrónico (B2C). El modelo
genera endógenamente la demanda, la cuota de mercado, la calidad del servicio,
la habilidad y la retención de empleados, la creación de contenidos, la
valoración de mercado y otras variables clave. El
modelo está calibrado para el mercado del ‘libro en online”, y Amazon es el referente a seguir en su
evolución.
Recursos:
La burbuja de las ‘puntocom’.
http://en.wikipedia.org/wiki/Dot-com_bubble